Yo he descubierto que si miras con el filtro "bueno", todo es más divertido:
Las cosas por las que normalmente te quejarías, se convierten entonces en anécdotas que te hacen reír y que te apetece contar :)
Un ejemplo de esta introducción tan reflexiva es el viaje a Roma que hicimos Didi y yo para nuestro 4° aniversario, el pasado mes de noviembre.
Nuestra idea era tomar un tren el jueves por la noche para llegar a Roma el viernes a primera hora y regresar a Viena el domingo a última hora, para el lunes ir directos de la estación de tren al trabajo...
...sin embargo, hubo un par de cambios "inesperados"...
Durante toda la semana estuve medio constipada y el miércoles, después del trabajo, me fui directa a la cama para intentar recuperar fuerzas para el día siguiente...
... cuando de repente, me despierta Didi a eso de las 12 de la noche, con su modo "alarma" y me dice:
- no vamos a Roma mañana... porque hemos comprado los billetes para el tren que sale el viernes por la noche...
Lo primero que pensé es: "Losers" jajajaajajajaja!
Pero bueno, después de intentar cambiar los billetes para la fecha que queríamos y ver que no era posible, reorganizamos nuestro viaje de 3 días, comprimiendo las actividades a 2 días...
... y gracias a la suerte (y a mi jeta española...) conseguimos hacer la visita básica que nos habíamos propuesto :)
El sábado lo dedicamos a visitar los museos vaticanos y la ciudad eterna:
Para mi decepción, la Fontana de Trevi estaba en obras, por lo que no pude hacer la foto que había planeado :(
Y para finalizar, nos quedaba por delante superar el gran reto de la cola infinita para visitar la Basílica de San Pedro...
... y gracias a un milagro nos ahorramos la mitad de la cola :)
El milagro fue que, mientras íbamos en dirección hacia el final de la cola de gente, el grupo de chinorris que estaba a nuestro lado mientras pasábamos, decidió quitarse de la cola, dejándonos la clara oportunidad de ponernos en su lugar :)
Una oportunidad clara que no desaproveché, arrastrando a Didi a mi lado y diciéndole:
La verdad es que, pese a nuestro resfriado (porque Didi también se puso enfermo el jueves...) y a la visita exprés que hicimos, fue un viaje muy agradable con algunas anécdotas que os dejo aquí en forma de consejo:
1. Viajar en tren durmiendo en compartimento de 6 personas es una experiencia "irrepetible"...
A mi me hacía ilusión dormir en el tren y por eso compramos billetes de tren en lugar de billetes de avión (más baratos por cierto...)
Ahora ya sé que dormir en movimiento y con ruido no es la mejor manera de viajar... Tanto a Didi como a mi nos ha quedado claro que ya lo hemos probado una vez y no queremos repetir :)
2. Conocer a gente durante el viaje es un punto positivo: sobretodo si esas personas son misioneras que hablan tu idioma y están enteradas de los horarios/eventos de San Pedro. Gracias a la información cambiamos nuestro plan y nos dio tiempo a ver todo lo que queríamos :)
3. No ensucies tu ciudad: Roma es una ciudad preciosa pero está llena de residuos... probablemente los turistas son culpables en gran parte. Sin embargo, es un ejemplo a tener en cuenta para no cometer el mismo fallo.
Y al regresar a Viena, teníamos una gran sorpresa esperándonos: Amelie
Os presento a mi sobrina austríaca!
Espero que esta foto os provoque una sonrisa tan grande como la que tengo yo cuando la miro :)
Be happy!
1. Viajar en tren durmiendo en compartimento de 6 personas es una experiencia "irrepetible"...
A mi me hacía ilusión dormir en el tren y por eso compramos billetes de tren en lugar de billetes de avión (más baratos por cierto...)
Ahora ya sé que dormir en movimiento y con ruido no es la mejor manera de viajar... Tanto a Didi como a mi nos ha quedado claro que ya lo hemos probado una vez y no queremos repetir :)
2. Conocer a gente durante el viaje es un punto positivo: sobretodo si esas personas son misioneras que hablan tu idioma y están enteradas de los horarios/eventos de San Pedro. Gracias a la información cambiamos nuestro plan y nos dio tiempo a ver todo lo que queríamos :)
3. No ensucies tu ciudad: Roma es una ciudad preciosa pero está llena de residuos... probablemente los turistas son culpables en gran parte. Sin embargo, es un ejemplo a tener en cuenta para no cometer el mismo fallo.
Y al regresar a Viena, teníamos una gran sorpresa esperándonos: Amelie
Os presento a mi sobrina austríaca!
Espero que esta foto os provoque una sonrisa tan grande como la que tengo yo cuando la miro :)
Be happy!